lunes, 11 de julio de 2011

Tormento, tercera parte y final.-

Tormento, te bauticé en una noche oscura

Le puse tu máscara al dolor de mi cuerpo

Tormenta me llamé al sufrir tu inclemencia

Luchamos enfrentados en un solo trueno.

Huracanado, nuestro amor enfurecido

No dejó a su paso nada parado.

No tuve entonces una espada fulminante

No tuviste un escudo a mano

Para cuando hubo luz ahí estabas tú

Amaneció y ahí estaba yo:

Tormenta y tormento

De sus armaduras despojados

Y vi tu amor claro, simple y desnudo

Como la mirada cansada al despertar

Como el brazo que envuelve mi descansar.

No hay comentarios: