sábado, 6 de noviembre de 2010

La Tormenta pt.2

Brilló en toda su fuerza mi día de sol
Corrieron azules sus vigorosas aguas
Alimentando todo lo verde en mi alma;
Entregaban las flores nuevas su aroma.

Fui para tí la armonía.
Fuiste en mí la profunda ausencia.

No lo vi. No vi oscurecer las aguas.
El turbio río lento volvió mi día gris.
Se mancharon de mi sangre los cerros
Arrancaste una a una las flores.

Temí tanto tiempo
el regreso de la tormenta
Sin embargo hoy espero, lave
Mi corazón contaminado

miércoles, 28 de abril de 2010

La Tormenta.

Fui alguna vez la tormenta. De mí huía la luz, de mí se escondía la luna.

No anidaron los pájaros en mi noche, ni durmieron tranquilas las criaturas.

Fui la tormenta, y donde quiera que fuese, me hacía llamar y temer.

En una noche de terremoto acuñé mi identidad, divertida, resignada.

Intoxicada, atormentada y dependiente de las vidas que anegaba.


Por tantos años albergué el caos como profunda definición de mi alma

Que no te vi llegar, ni te ví resistirme, mis lluvias, mis temblores

Con la firme resignación de quien conoce lo que espera.

No te ví esperando el milagro, ni sentí el terremoto final.

Sólo me despertó a tu lado un día, un liso rayo de sol.

jueves, 8 de abril de 2010

Certeza.











Lo sé, es como si algo en ti
O en mi a tu lado

Algo calzara, hirviera o quisiera

Estallar y volverse en destino.


Lo sé, lo siento, lo vivo
Lo veo en ti,

Y en mi a tu lado.

Es como si eso que no soy

Y que tu eres

O lo que te falta
Y yo tengo
Por fin se encontraran

En un eterno baile
De desencuentros.

De deseo infinito

Por nunca tocarse.


Lo sé, no dejaremos de bailar.

Porque no lo entiendo

La mayoría de las veces

Pero lo siento
Cada vez que te respiro.

lunes, 4 de enero de 2010

el mejor de los silencios.

dos átomos negros
en una mirada penetrante
y, de golpe, tu silencio.
eres así, un túnel de historias
y melodías escondidas
franqueadas
por el brutal mutismo
de tus ojos impenetrables.

entonces voy, y soy, y relleno
de millones de palabras y sonrisas
el que sería tu espacio, de ocuparlo.

y soy en tu presencia muda
tan efusiva como burbujas de colores.

entonces voy, y soy, y me desgasto
y caigo, bandera blanca en tu regazo.
ya no nos separan mis palabras
ni esfuerzos de relleno.

semidormida, me encuentro en tu mundo.
sumergida, en el olor a café
los cuerpos entrelazados
y el silencio más cómodo de mi vida.