miércoles, 28 de abril de 2010

La Tormenta.

Fui alguna vez la tormenta. De mí huía la luz, de mí se escondía la luna.

No anidaron los pájaros en mi noche, ni durmieron tranquilas las criaturas.

Fui la tormenta, y donde quiera que fuese, me hacía llamar y temer.

En una noche de terremoto acuñé mi identidad, divertida, resignada.

Intoxicada, atormentada y dependiente de las vidas que anegaba.


Por tantos años albergué el caos como profunda definición de mi alma

Que no te vi llegar, ni te ví resistirme, mis lluvias, mis temblores

Con la firme resignación de quien conoce lo que espera.

No te ví esperando el milagro, ni sentí el terremoto final.

Sólo me despertó a tu lado un día, un liso rayo de sol.

jueves, 8 de abril de 2010

Certeza.











Lo sé, es como si algo en ti
O en mi a tu lado

Algo calzara, hirviera o quisiera

Estallar y volverse en destino.


Lo sé, lo siento, lo vivo
Lo veo en ti,

Y en mi a tu lado.

Es como si eso que no soy

Y que tu eres

O lo que te falta
Y yo tengo
Por fin se encontraran

En un eterno baile
De desencuentros.

De deseo infinito

Por nunca tocarse.


Lo sé, no dejaremos de bailar.

Porque no lo entiendo

La mayoría de las veces

Pero lo siento
Cada vez que te respiro.