lunes, 14 de abril de 2008

Scar Tissue.- Primera parte

Llega entonces la vida a tu mesa.
Se acerca con esa mirada, la conoces
con ese papelito, ya lo sabes,
no es que quiera, tiene que hacerlo.
Alguien le mandó a traer la cuenta.

Y cuando el papelito es largo
y cuando el papelito llega
Pareciera que nunca
terminarás de pagar.

Cicatrices.
Las acumulas y las tapas.
Las creas o te las hacen,
te caes y haces
que no te duele y pones
un nuevo parche
para un nuevo andar.

Entonces venga otro trago
y que siga la fiesta.
Yo pago, yo los invito,
yo no lloro, ni sangro
ni siento, ni resiento
ni recuerdo, ni sufro.
Mis cicatrices sanan
Si beben conmigo.

------------------

No se vayan…
Yo puedo pagar.
O creo que puedo,
hasta que me doy cuenta
de que son demasiadas.

Encuentro una
y aparecen diez.
Encuentro diez
y me encuentro a mí misma
en una gran mesa vacía
en la que sólo quedas tú.

y creo que nunca saldré
de este lugar
y creo que esta cuenta
se hace más larga con cada
respiro
con cada
segundo
en el que miro dentro de mí
para sólo encontrar heridas.




(no os preocupeis, queridos lectores imaginarios,
por la integridad psíquica del autor.
la parte II, de líneas más felices y significados más íntimos,
no tocará por ahora la luz pública, pero de que existe, existe.
ningún corazón de pseudo-poeta fue destrozado
en la construcción de este poema).