Me gusta Villa Alemana cuando duerme.
me gusta así, un poco muerta, un poco lenta,
un poco fea, pero tan mía.
Me gusta, con el barro hasta el cuello
y con el sol en la frente
Me gusta cuando estoy lejos
y recuerdo de repente
una mañana tranquila,
el crujir de sus hojas por la vía…
o un atardecer con olorcito a fresco
vagando por callecitas perdidas.
Villa Alemana duerme,
pero no olvida
a su gente, que tanto habla
de querer vivir en viña.
Que, un poco por plata,
Un poco por lata,
espera aquí el pasar de la vida.
Villa Alemana nos conoce
y sabe que también nos frena,
en nuestros corazones,
ese sentido de hogar tan propio
que con su magia adormecida impone
Y así nos deja, maniatados…
Y así se queda, dentro.
Y suena tan raro que a veces se calla,
pero nos gusta… Villa Alemana.
Imagen: http://www.villalemaniacos.blogspot.com/
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