viernes, 6 de abril de 2007

Nunca está de más...

Dejo para otro día eso de publicar algo interesante.
Hoy, tengo que sacarme algo del pecho.

Justo hoy, viernes santo (esto no es lo que usted cree, siga leyendo!). Rodeada de cristianos cuando chica, me daba risa que la gente se sintiera culpable de "haber crucificado a quien mas los amó". Y me daba rabia tener que comer pescado... pero ese es tema de otro blog.

El tema es que justamente hoy siento esa culpa.
Herir a quien te quiere... uff.
Y por hallarme en una etapa autodestructiva, siento que soy la única en el mundo que lo hace tan bien.
Por eso, quiero dedicar estas lineas a quienes quiero, a quienes hice daño, pero a tres personas en especial...
Una a quien amo,
Otra a quien quiero!
y Otra a quien quise mucho. (espero que ustedes sepan quienes son...)

Nunca está de más pedir perdón... sobre todo cuando te arrepientes de verdad. Y es fome, y cuesta, y suena a confesión, penitencia, flashback, curita, capilla, rece 15 padre nuestros y 10 ave marias para que Jesús la perdone, hija..................... Pero no es así. Pedir perdón no es ser débil, ni el perdedor de la discusión. Y arrepentirse basta, no son necesarios los padre nuestros.

El problema es que no es suficiente para borrar el daño. Ni quitar el dolor, porque en tu vida vas a hacer mucho daño, pero hacerle daño a quien te quiere es dañarse uno mismo. Y duele, y quiero que lo sepas.

A modo de excusa y a partir de la experiencia propia puedo adivinar que el mal del mundo proviene en un 10% de la maldad, y 90% es pura estupidez. Cobardemente me escondo detrás de la segunda bandera.

Y quizá ya escribí mucho y ya es bastante melodrama por hoy...
Pero pedir perdón... nunca está de más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

cabezona mamona no seai tan depresiva po, tay como yo el año pasao.
le adoro
en demasía

Ceja