dos átomos negros
en una mirada penetrante
y, de golpe, tu silencio.
eres así, un túnel de historias
y melodías escondidas
franqueadas
por el brutal mutismo
de tus ojos impenetrables.
entonces voy, y soy, y relleno
de millones de palabras y sonrisas
el que sería tu espacio, de ocuparlo.
y soy en tu presencia muda
tan efusiva como burbujas de colores.
entonces voy, y soy, y me desgasto
y caigo, bandera blanca en tu regazo.
ya no nos separan mis palabras
ni esfuerzos de relleno.
semidormida, me encuentro en tu mundo.
sumergida, en el olor a café
los cuerpos entrelazados
y el silencio más cómodo de mi vida.